

La historia de Nuestros Dulces comienza a principios del Siglo XX, poca aquella en la que el gusto por la buena cocina era favorecido por chicos y grandes. En una de las familias tradicionales de Jerez, Zacatecas, la jovencita Carmen Cabrera, disfrutaba del aprendizaje de las recetas, principalmente las de los postres, que posteriormente le dieron buena fama entre sus hijos y decenas de nietos que gozaban alrededor de la abuela, platicando en tardes de inolvidable jolgorio familiar y a la vez uno que otro pellizco a los deliciosos dulces, no sin antes ponerse a pelar millares de almendras, una a una, que mas tarde será la materia prima para la elaboración del famoso mazapán de almendra, que caracterizó por décadas ser El Mejor Regalo que pudiera ofrecer la familia del Hoyo Cabrera.
Luis del Hoyo, dueño del negocio con más de 30 años de experiencia , se ha dado a la tarea de buscar los dulces típicos mexicanos que hayan desaparecido de las grandes tiendas o las calles, para ayudar a que no se pierdan entre los miles de nuevos productos que llegaron con la globalización del mercado, para así evitar perder las tradiciones.
Luis decidió buscar dulces olvidados en todo el país, en nuestras sucursales situadas en Tlaquepaque, Jalisco, exhiben productos de más 25 estados, algunos elaborados por indígenas sin medios para venderlos o que no cumplen con los requisitos para su comercialización masiva.